SILVESTRE DANGOND ESCRIBIÓ UNA NUEVA HISTORIA DESDE EL RÍO GUATAPURÍ EN COLOMBIA
Miami, FL – 23 de noviembre de 2020 – Con el río de Guatapurí de testigo, Silvestre Dangond selló su regreso a los escenarios. Esta vez, la histeria, los aplausos y el grito de sus ‘silvestristas’ se sintieron desde los hogares.
Con un show de talla mundial, Silvestre cantó por cerca de seis horas durante su primer livestream concert, que se originó desde el Balneario Hurtado en Valledupar.
«Después de nueve meses siento mucha adrenalina, es como cantar la primera vez. Volver sin público es duro, para esto había que prepararse psicológicamente. Me hacía falta cantar, conectarme con mi gente, así fuera por una pantalla», dijo el ganador del GRAMMY Latino cuando abrió el show junto a su acordeonero Lucas Dangond, interpretando el éxito ‘Las Locuras Mías’.
Desde las 8:20 de la noche del sábado 21 de noviembre, Silvestre firmó un nuevo capítulo para su historia en el vallenato. Rompió esquemas gracias a los miles de espectadores que compraron el ticket para verlo cantar de países como Colombia, Venezuela, Estados Unidos, México, Ecuador, Guatemala, Argentina, Bolivia, Perú, Canadá, España, y muchos más.
Al no tener a sus seguidores cerca, para cantarles frente a frente, Silvestre dejó ver la nostalgia que lo embargada tras la pandemia por la COVID-19. Lo más difícil, quizás, es no verlos saltar, bailar y escucharlos: «Yo de plástico no soy, es muy duro ser como robot, cantar así, pero tengo fe que vamos a salir adelante», advirtió el urumitero a quienes desde casa lo observaban.
Una gala hecha con canciones como ‘El original’, ‘Sigo siendo el papá’, ‘A blanco y negro’, ‘Regálame una noche’, ‘Acepto el reto’, ‘La gringa’, ‘Calidad de vida’, ‘Materialista’, ‘Cásate conmigo’, ‘Justicia’ y muchas más que hicieron parte del repertorio escogido para cantar cerca de dos horas con Lucas Dangond.
Terminada la primera etapa del concierto se dio paso a la segunda tanda. Más sorpresas en el escenario para subir la temperatura, durante una noche fría en Valledupar.
Sobre las 12:00 de la madrugada, Silvestre volvió, ahora, con una pinta muy particular como fue blazer, mocho y zapatos blancos. Acompañado de Román López, con quien recordó canciones de su primer álbum discográfico, que grabaron en el año 2002, tocó la nostalgia de sus inicios. ‘Quién me mandó’, ‘Necesito verte’, ‘Que no me roben tu corazón’ y ‘No te escondas’, fueron las obras que interpretó con el acordeón orgullo de la dinastía López.